Terapeuta desaparecida entre tomateras

Este año se abonó la tierra de la güerta con una mezcla de la compostadora y de abono de caballo. Un buen abonado y la mucha lluvia primaveral (y veraniega) da como resultado unas plantas exuberantes. Tanto que cuando intentamos atarlas dejamos de ver a la persona que lo está haciendo, menos mal que siempre hay alguien vigilando para evitar accidentes.







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