Hoy 23 de junio celebramos en el centro de día una pequeña gran hoguera de San Juan. En un caldero de zinc y con mucha emoción, cada uno de nosotros escribió aquello que quería dejar atrás: miedos, dolores, preocupaciones… y los fuimos quemando con intención, uno a uno, en nuestro pequeño fuego simbólico. Algunos se animaron a leerlo en voz alta, compartiendo con todos pensamientos y deseos. Después, con música y palabras mágicas, preparamos el tradicional agua de San Juan con flores, hierbas y mucha ilusión. La dejaremos toda la noche bajo la luna y el 24 de junio lavaremos manos y cara para llenarnos de energía buena. También recordamos cómo vivíamos esta noche hace años… fue emocionante ver cómo recuperamos una tradición que muchos tenían olvidada, pero bien viva en la memoria. Un día especial, de los que dejan huella (¡No os perdáis las fotos!)