EL SAMAÍN
Ha llegado una vez más el Samahin, “el final de la cosecha”. Los
antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y eran conscientes de
que los días iban a ser más cortos y las
noches más largas. Hoy en día el cambio de hora nos recuerda que esto sigue
siendo igual que entonces, con lo que tenemos que adaptarnos a ello y realizar
otro tipo de actividades diferentes a las que llevamos a cabo en el verano.
La calabaza de nuestro huerto se
ha transformado en un mozo con pañuelo anudado y adorna desde ayer nuestra
entrada, para deleite de los niños que suben y bajan al cole y la guardería.
Por otro lado en la vigilia de
Todos los Santos se celebraba el Amagüestu de difuntos en Asturias, que es la recogida y asado de las castañas en
el campo y las que sobraban se dejaban
para los difuntos tiradas en el suelo.
Este año nosotros lo hemos
decidido celebrar nuestro Magosto introduciendo una pequeña novedad, hemos
cocido las castañas y elaborado una rapega, rapela, rapón, rapa o bica (según
cada cual). Hemos merendado tanto la rapela como las castañas y nuestra
particular sidra dulce y la tarde se nos ha pasado volando. Eso sí no nos han
sobrado castañas ni rapela para las ánimas.
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